Anoche Chicago sufrió una dura paliza a manos de los Dallas Mavericks, y es que sinceramente es un equipo al que le falta un poco de talento. Si a esto sumamos que vienen en un back-to-back, han tenido que viajar desde Texas (que no es que esté cerca), y que Minnesota tiene un descanso extra… es un partido que no debería tener mucha historia.
Los Wolves no pueden despidarse si quieren aspirar a ocupar las plazas altas de la Conferencia Oeste. Todo parece indicar hacia una cómoda victoria por parte de Minnesota. Si consiguen imponer el tono defensivo y Anthony Edwards, Nazr Reid y Julius Randle consiguen anotar sus puntos, ganarán sin problemas.
A principio de temporada, no eran pocos los expertos que pensaban que un año más de rodaje para la pareja Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard iba a hacer que los Bucks fueran una seria amenaza para conquistar el Este. Nada más lejos de la realidad, ocupan el último lugar de la liga.
Por su parte, Utah Jazz tiene un plan de ruta claramente definido: desarrollar a sus jugadores jóvenes y poner en el escaparate a jugadores como Markkanen o Clarkson para que un equipo traspase por ellos a cambio de un jugoso retorno. Por mal que esté tanto el ataque como la defensa de Bucks, perder hoy sería el colmo de su temporada.
Un partido que enfrenta a dos equipos que están destinados a ocupar la parte baja de la tabla. Aunque Wembanyama se lleve todos los focos, tampoco es que por ahora esté demostrando vivir a la altura de su hype. Este es un partido con un pronóstico incierto, porque cuando dos equipos jóvenes sin muchas aspiraciones se enfrentan, los guiones suelen ser bastante imprevisibles.
La anarquía de Portland puede marcar el ritmo, y no sabemos muy bien qué esperar. Sin embargo, el mercado espera un partido con muy poca anotación, y a poco que estén acertados ambos equipos deberían superar la línea de 217 puntos.