Solo hay una palabra para definir lo que está siendo el debut del técnico: fracaso mayúsculo.
El Baskonia, un histórico del baloncesto español, firmó en Girona una de sus peores actuaciones de la temporada con un 96-67 que no solo los deja virtualmente fuera de la Copa del Rey, sino que expone gravemente la gestión de Pablo Laso al frente del equipo.
El técnico, cuya reputación lo precede por su éxito en el Real Madrid, parece estar perdiendo el rumbo en Vitoria. Su equipo no solo careció de intensidad y orden, sino que dejó una imagen desoladora frente a un rival que venía de ser colista hace apenas semanas.
Errores de Laso en Girona
- Falta de reacción: El parcial de 15-0 en el segundo cuarto y la diferencia de 21 puntos a mitad del partido pedían ajustes inmediatos. Sin embargo, Baskonia siguió sin ideas ni energía.
- Sin respuestas ofensivas: El equipo registró un lamentable 1/11 en triples y solo 1/4 en tiros libres en la primera mitad. Ni un plan claro ni rotaciones que aportaran soluciones.
- Defensa inexistente: Girona se movió a placer en la zona, con un Fernández que anotó 29 puntos y dominó la pintura como si estuviera en un entrenamiento.
- Falta de liderazgo: La ausencia de Howard no justifica la apatía colectiva. Laso no logró motivar ni organizar a su equipo ante un Girona en racha, pero inferior en talento individual.
¿Se acaba la paciencia con Laso?
El Baskonia tiene ahora un panorama oscuro. Con nueve derrotas en 16 partidos, su lugar entre los grandes de la Liga Endesa está en entredicho. Laso no ha encontrado el equilibrio entre el talento y la estructura táctica, dejando a los vitorianos como un equipo irregular e incapaz de competir en los momentos clave.
El crédito de Laso, aunque extenso por su palmarés, está agotándose en un Baskonia que exige resultados inmediatos. La pregunta es clara: ¿es este el proyecto que devolverá al club a la élite o es hora de replantear el banquillo?