Tanto el ataque como la defensa local funcionaron en un partido en el que Garrett Wilson nos regaló la recepción del año.
En un partido intenso y lleno de emociones, los New York Jets vencieron 21-13 a los Houston Texans, demostrando que aún tienen mucha pelea en la temporada.
Los Jets sorprendieron con una defensa sólida que frenó a los Texans en los momentos clave, dándole a su equipo la oportunidad de controlar el marcador y mantener la ventaja.
Aunque los Texans llegaron al encuentro con su estrella C.J. Stroud en buena forma, la defensa de los Jets supo neutralizarlo, presionando al joven QB y forzando errores.
El ataque de los Jets, liderado por jugadas rápidas y precisas, aprovechó cada oportunidad para avanzar, y las jugadas de carrera fueron decisivas para desgastar a la defensa de Houston.
A pesar de un esfuerzo en el último cuarto, los Texans no lograron superar a unos Jets que se mostraron sólidos hasta el final.
Esta victoria impulsa a los Jets en su lucha por mantenerse competitivos, mientras que los Texans deberán ajustar su ofensiva para mejorar sus resultados en las próximas jornadas.