El equipo de Jordi Ribera apretó el acelerador en la segunda parte y superó el trámite.
La selección española de balonmano comenzó su andadura en el Mundial 2025 con una sólida victoria sobre Chile. A pesar de un inicio titubeante, el equipo dirigido por Jordi Ribera corrigió su defensa y desplegó todo su potencial ofensivo para imponer su dominio.
El susto inicial
Chile sorprendió con su movilidad en ataque, liderados por un Esteban Salinas imparable en los primeros minutos. España, con problemas para frenar al pivote y sin solidez defensiva, llegó a estar 7-10 abajo en el marcador.
Sin embargo, la entrada de Djordje Cikusa cambió el panorama. El joven lateral de 19 años cortó las conexiones clave del ataque chileno y contagió energía a sus compañeros. Los Hispanos cerraron filas y dejaron a Chile en solo tres goles en los últimos 19 minutos de la primera mitad, permitiendo al equipo español tomar el control con un parcial demoledor y un marcador al descanso de 17-13.
Rotaciones clave y profundidad de banquillo
España marcó diferencias en la segunda mitad gracias a la frescura de su banquillo. Mientras los líderes chilenos, como Feuchtmann y Salinas, acusaban el cansancio, jugadores como Alex Dujshebaev, que no participó en el primer tiempo, tomaron protagonismo con goles y liderazgo.
Además, el portero Sergey Hernández se lució en la segunda mitad, siendo clave para ampliar la ventaja hasta los nueve goles (26-17).
Un debut prometedor
España cerró el encuentro con contundencia (31-22), mostrando un juego veloz en contragolpe y soluciones tácticas desde el banquillo. Aunque queda margen de mejora, especialmente en los penaltis, este primer triunfo refuerza las aspiraciones de los Hispanos en un Mundial que promete grandes retos.
Próximo objetivo: seguir afinando y mantener la intensidad para soñar con las medallas.
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