Los atenienses justificaron porque son los líderes de la competición.
Los blancos se estrellaron ante un Olympiacos que pasó como una apisonadora por el WiZink (86-96). Liderados por un Evan Fournier desatado —28 puntos con 5/8 en triples—, los griegos demostraron por qué son el equipo más sólido de la Euroliga.
Fournier, el verdugo
El francés fue un show: triples con marca, sin marca, desde su casa… Da igual quién lo defendiera, Fournier estaba en “modo fuego”. Sumaba puntos imposibles y silenció a un Madrid al que no le salió nada bien. Mientras él lideraba, el Olympiacos sacaba músculo con un demoledor 16/30 en triples, contrastando con un pobre 8/29 de los blancos.
Piernas pesadas y crispación
El cansancio pasó factura: seis partidos en 11 días no son poca cosa. Pero la mala puntería no fue lo único que frustró al Madrid. Las decisiones arbitrales, que incluyeron cinco técnicas y la expulsión de Chus Mateo, encendieron a los locales. Sin embargo, la dureza de los helenos era demasiado incluso sin esos problemas.
Arranque tardío
En el último cuarto, el orgullo blanco apareció. Con Feliz, Llull y Garuba en cancha, y un triple de Rathan-Mayes a tablero, el Madrid recortó hasta el 78-86. Pero el Olympiacos, con Fournier y Vezenkov de vuelta, templó los nervios para sentenciar.
El Madrid, tras una racha de seis victorias, se topó con el líder absoluto. Los de El Pireo no perdonan y, con Fournier en plan superestrella, dejaron claro quién manda en Europa.
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