Es cuando haces una apuesta contraria a otra que ya hiciste para asegurarte de que ganarás algo de dinero, o al menos minimizar tus pérdidas.
Por ejemplo, si apostaste a que un equipo ganará, pero luego ves que el otro equipo está jugando mejor, podrías hacer una apuesta a favor del otro equipo para reducir las posibles pérdidas si tu primera apuesta no sale bien.