Dos de los jugadores más criticados al principio del año parece que se han puesto las pilas, y le han dado otra dimensión al equipo blanco.
El Real Madrid atraviesa un momento dulce, y lo que antes eran “brotes verdes” se ha convertido en una planta robusta y en crecimiento. Este buen momento tiene nombres propios, y dos de ellos brillan con especial intensidad: Serge Ibaka y Xavier Rathan-Mayes (XRM).
Serge “El General” Ibaka:
El regreso de Ibaka ha sido un auténtico golpe de efecto. Muchos dudaban de cómo encajaría en un Madrid exigente, pero su adaptación ha sido impecable. En defensa, es un muro: intimida, bloquea y lidera con su presencia en la pintura. En ataque, aporta con su fiable tiro de media distancia y su trabajo constante bajo el aro. Pero su verdadera magia está en su experiencia, esa mentalidad ganadora que contagia al equipo y lo hace más sólido en los momentos cruciales. Ibaka no solo ha vuelto; lo ha hecho para marcar diferencias.
Xavier “El Arquitecto” Rathan-Mayes (XRM):
XRM no necesita lanzar luces de neón para brillar. En su versión más altruista y cerebral, está transformando el ataque del Madrid. Sus 7 asistencias sin pérdidas son prueba de su capacidad para orquestar el juego. Toma decisiones con calma quirúrgica, encuentra a sus compañeros en las mejores posiciones y se convierte en el engranaje perfecto para un ataque fluido y eficaz. Es el líder silencioso que todo equipo necesita para mantener el equilibrio.
Más que talento, mentalidad
Ibaka y XRM representan lo que hace grande a este Madrid: calidad al servicio del colectivo. Ambos están mostrando cómo encajar talento, sacrificio y experiencia en un equipo que sueña en grande. Si siguen a este nivel, el futuro del Madrid no solo es prometedor, sino emocionante.
El mensaje es claro: este Real Madrid está listo para pelear por todo. A los aficionados, les toca disfrutar y confiar en que lo mejor aún está por venir.