El equipo de Peñarroya es bipolar: un día palman contra el último de la Liga, y al siguiente, se cargan al líder de la Euroliga como si nada.
¡Qué Barça, señores! Pasamos de un equipo que pierde contra el colista de la ACB a uno que revienta al líder de la Euroliga en su casa. Así son estos azulgranas: una montaña rusa que te deja sin uñas, pero que anoche sacó billete de primera clase con un Darío Brizuela desatado. El malagueño se fue hasta los 27 puntos, reventando su récord en la competición, y clavó seis triples que huelen a oxígeno puro para un equipo al borde del colapso.
El arranque fue brutal. Brizuela encendió el microondas y empezó a repartir puntos como churros, dejando a Mónaco con cara de póker. Pero claro, esto es el Barça y nunca puedes estar tranquilo. Los monegascos, con Mike James haciendo de héroe americano (23 puntos), le dieron la vuelta a la tortilla en un tercer cuarto donde los culés parecían perdidos (57-54). Drama en el Principado.
Pero esta vez no se rajaron
Cuando todo pintaba a otro capítulo de la serie “Desastres Culés”, apareció el “Chico del Chispazo” para rematar la faena. Triple en la cara de Papagiannis, una entrada como si el griego fuera un cono, y a dormir. Metu a lo suyo, Punter despertando justo a tiempo y un parcial de 8-29 que dejó a Mónaco KO. Incluso sin Willy y Vesely, este Barça sacó músculo.
Al final, James apretó con un par de jugadas de pura clase, pero no hubo susto. Brizuela ya había destrozado el castillo del líder. Si consiguen mantener esta versión rebelde y eléctrica, cuidado con estos chicos. ¡Ojo, Europa, que este Barça, con todos sus dramas, aún tiene chispa!