El Girona sumó un parcial 16-5 en los últimos 3 minutos y endosó a los culés su sexta derrota como visitante en liga. La Copa se complica bastante y la destitución de Peñarroya parece inevitable.
El Barça sufrió otra dura derrota, esta vez ante el Bàsquet Girona (91-90), en un partido que reflejó nuevamente sus problemas de consistencia. A pesar de un tercer cuarto espectacular que los llevó a remontar un 51-44 al descanso y ponerse 75-85 en el último periodo, el equipo volvió a colapsar en los minutos finales. Ike Iroegbu, con 25 puntos, selló el triunfo local con una canasta decisiva.
El Barça, dirigido por Joan Peñarroya, vive un momento crítico, con problemas defensivos y falta de regularidad en su juego. Cada partido parece una pesadilla, permitiendo a los rivales brillar por encima de sus promedios habituales. En esta ocasión, las bajas de Vesely y los problemas de Willy Hernangómez fueron mitigados por los estadounidenses Anderson (26 puntos), Punter (15), Metu y Parker, quienes lideraron el intento de remontada.
Sin embargo, el colapso en los últimos minutos dejó escapar una victoria que parecía asegurada, sumando otra derrota en un momento delicado de la temporada. Mientras el Girona sigue soñando con la salvación, el Barça se enfrenta a una situación límite que pide cambios urgentes.